Songo
Publicado en Boolino (web)
Había una vez un elefante muy grande que vivía en una selva muy grande, en África. Se llamaba Songo. Y estaba siempre triste. Songo era como todos los elefantes: tenía el cuerpo grande, grandes patas, grandes orejas y trompa grande. (Tenía ojos pequeños, eso sí) Lo que más le gustaba a Songo era dibujar. Y no dibujar cualquier cosa. Le gustaba dibujar dioses de La India. Sólo dioses de la India. Cuando era pequeño (todo lo pequeño que un elefante puede haber sido) alguien le había contado a Songo que en La India los elefantes eran sagrados. Y que incluso había dioses con cara de elefante.